Indudablemente, los mexicanos disfrutamos de una forma deliciosa y sabrosa de comer: tacos, tortas y tamales deliciosos. No es de sorprender que todos estos manjares tengan un impacto negativo en nuestra salud, como el colesterol alto.
Por eso, no es sorpresa que de acuerdo al Instituto Nacional de Cardiología, cuatro de cada 10 adultos mexicanos tienen colesterol alto.
4 de cada 10 adultos mexicanos tienen colesterol alto- Instituto Nacional de Cardiología
El colesterol es una sustancia lipídica presente en el cuerpo y se divide en dos tipos principales: el colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad) y el colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad). El colesterol LDL a menudo se llama "colesterol malo" porque puede acumularse en las arterias y contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, mientras que el colesterol HDL se conoce como "colesterol bueno" ya que ayuda a eliminar el colesterol LDL del torrente sanguíneo.
Como se mencionó al comienzo, 4 de cada 10 mexicanos tienen colesterol alto, segun la Institucion Nacional de Cardiología. Adicional a esto, la Encuesta de Salud y Nutricion del 2021 reveló que el 32.8% de los mexicanos y mexicanas que se realizaron alguna prueba de colesterol sacaron resultados elevados. Las personas entre 40 a 59 años fueron las mas afectadas por esta enfermedad.
La alta prevalencia de niveles elevados de colesterol LDL en la población mexicana, al igual que en muchas otras poblaciones, puede estar relacionada con diferentes factores, como la alimentación, la genética, el estilo de vida y la obesidad. Una dieta que incluye un alto consumo de grasas saturadas y trans, el exceso de calorías, la falta de actividad física y una predisposición genética pueden contribuir a niveles elevados de colesterol LDL.
Tal vez lo mas preocupante sea saber que muy pocas personas (14%) con colesterol alto saben que lo tienen. (mira la figura de arriba)
Por eso es fundamental que las personas en México y en cualquier parte del mundo seamos conscientes de nuestros niveles de colesterol y tomemos medidas para mantenerlos dentro de un rango saludable. Estas medidas pueden incluir cambios en la alimentación, aumentar la actividad física, dejar de fumar y, en algunos casos, el uso de medicamentos recetados bajo la supervisión de un profesional de la salud.
¿QUÉ PUEDES CAMBIAR EN TU DIETA PARA PREVENIR?
La dieta mexicana puede afectar los niveles de colesterol y la salud cardiovascular, dependiendo de cómo se lleve a cabo. La dieta tradicional mexicana es rica en sabores y variedades, pero también puede ser alta en grasas saturadas, calorías y sodio si no se eligen cuidadosamente los alimentos y se preparan de manera equilibrada. Algunos aspectos de la dieta mexicana que pueden influir en los niveles de colesterol incluyen:
1. Grasas saturadas: Algunos platillos mexicanos pueden contener grasas saturadas, como las que se encuentran en la carne de res, la manteca de cerdo y los productos lácteos enteros. El consumo excesivo de grasas saturadas puede aumentar los niveles de colesterol LDL, lo que se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
2. Frituras y aceites refinados: Muchos platillos mexicanos se preparan fritos en aceite, lo que puede aumentar la ingesta de grasas trans y grasas saturadas poco saludables.
3. Carbohidratos refinados: Algunas preparaciones mexicanas pueden incluir carbohidratos refinados, como tortillas de harina blanca y alimentos fritos, que pueden aumentar los niveles de azúcar en sangre y contribuir a problemas de salud metabólica.
Sin embargo, la dieta mexicana tradicional también ofrece opciones saludables, como frijoles, verduras, frutas y pescado, que son beneficiosas para la salud cardiovascular. Los frijoles, en particular, son una fuente rica en fibra soluble, que puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL.
Para mantener una dieta mexicana saludable y controlar los niveles de colesterol, se recomienda:
1. Elegir cortes magros de carne o sustituir la carne por opciones más saludables como pollo sin piel o pescado.
2. Limitar el consumo de alimentos fritos y optar por métodos de cocción más saludables como la cocción al vapor, al horno o a la parrilla.
3. Consumir tortillas de maíz en lugar de las de harina blanca, ya que tienen menos grasa.
4. Aumentar el consumo de verduras y frutas frescas, ya que son ricas en fibra y antioxidantes beneficiosos para la salud.
5. Utilizar aceites saludables como el aceite de oliva en lugar de aceites refinados o manteca.
6. Controlar el tamaño de las porciones y limitar el consumo de alimentos procesados y altos en sodio.
Recuerda que es importante consultar a un profesional de la salud o un dietista registrado antes de realizar cambios significativos en tu dieta, especialmente si estás preocupado por tus niveles de colesterol o tienes condiciones médicas preexistentes. Un enfoque equilibrado y personalizado es fundamental para mantener una dieta saludable y controlar los niveles de colesterol.